Durante la última década, el sector global de alta tecnología ha experimentado avances tecnológicos dramáticos y sin precedentes que tienen el potencial de transformar innumerables industrias.

El crecimiento exponencial de este tipo de tecnologías ha llevado a los expertos a referirse al fenómeno como la Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0.

Bajo este marco, la Primera Revolución Industrial (Industria 1.0) se refiere a los avances en las máquinas impulsadas por agua y vapor a partir de 1760 que llevaron al surgimiento de fábricas a gran escala como centros de fabricación e industria.

Durante la Segunda Revolución Industrial (Industria 2.0) a fines del siglo XIX y principios del XX, la rápida electrificación y expansión de las redes ferroviarias y telegráficas permitió la producción y distribución en masa de productos comerciales.

La Industria 3.0 tuvo lugar a fines del siglo XX con la producción y el avance de las tecnologías informáticas y de la información, como las computadoras personales, Internet y los teléfonos móviles.

A partir de la década de 2010, la Cuarta Revolución Industrial marca la transición tecnológica hacia la automatización, la interconectividad y la descentralización. A diferencia de las transiciones graduales de las primeras tres revoluciones, la Industria 4.0 se está desarrollando a un ritmo tan exponencial que el crecimiento a menudo se mide por año en lugar de por década. Los grandes avances en inteligencia artificial, aprendizaje automático, tecnología en la nube, entre otros, tienen el potencial de cambiar drásticamente la forma en que se desarrollan, distribuyen y utilizan los productos.

Se espera que la Industria 4.0 tenga un impacto particular en la fabricación, ya que las “fábricas inteligentes” han comenzado a utilizar maquinaria autónoma integrada por computadora y análisis de datos avanzados que reducen sustancialmente los costos de producción.

Como era de esperar, Start-up Nation se ha posicionado como un actor clave en el desarrollo de tecnologías tan innovadoras. Como se demostró en el índice de ecosistema de inicio de 2022 de StartupBlink, Israel ocupa el segundo lugar en el mundo en hardware e IoT (Internet de las cosas) y software y datos, así como el tercero en el mundo en su ecosistema de inicio. Según el informe, el 67% de la financiación inicial para Oriente Medio y África se destinó a innovaciones israelíes.

Como ejemplo, las nuevas empresas israelíes han realizado numerosos avances monumentales en los sistemas de entrega automática. Aunque faltan años para un despliegue generalizado, los drones y otros vehículos no tripulados ahora tienen la capacidad de realizar entregas comerciales autónomas.

Empresas como HighLander, Flytrex Aviation, Gadfin, Heaven Drones y otras están trabajando para maximizar la eficiencia y la eficacia de las entregas con drones en todas las etapas del proceso de entrega. Una vez integradas en los sistemas de entrega existentes, estas tecnologías tienen el potencial de transformar completamente la distribución de productos comerciales.

Aunque la Industria 4.0 presenta posibilidades alentadoras para el desarrollo de la sociedad y la industria, algunos expertos se preocupan por la falta de una regulación adecuada con tecnologías tan novedosas. En 2019, se decidió que Israel se uniría a los Centros para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR) del Foro Económico Mundial, una red global dedicada a compartir conocimientos, experiencias y mejores prácticas con respecto a la regulación de tecnologías innovadoras. Dirigido por la Autoridad de Innovación de Israel (Israel Innovation Authority), el Centro Israelí para la Regulación de Tecnologías Innovadoras (Israeli Center for Regulation of Innovative Technologies), afiliado a C4IR, promueve el desarrollo y la regulación responsables de nuevos dispositivos, especialmente en el contexto del transporte inteligente, la IA y los vehículos autónomos.

 

Fuentes: Start-Up Nation FinderIsrael InnovationStartup Ecosystem Report 2022C4IR IsraelThe Jerusalem Post