albert Rivera

  • Los modelos de Silicon Valley y Tel Aviv son radicalmente distintos

Si piensas que el único epicentro tecnológico a nivel mundial es Silicon Valley… estás muy equivocado. Dentro de la competencia global que existe por intentar emular a la Meca emprendedora californiana, hay un destino que está mucho más cerca de Silicon Valley que el resto de perseguidores.

Se trata de Israel y, más concretamente, su capital: Tel Aviv. Un foco de emprendimiento e innovación tecnológica que no pasa desapercibido para ningún país (en España es Ciudadanos el partido que ha propuesto importarlo) a la hora de establecer su modelo económico basado en el emprendimiento, la innovación y la tecnología.

4.000 startups y 5.500 millones de dólares

Israel tiene apenas 7,9 millones de habitantes, pero cuenta con más de 4.000 startups tecnológicas que, según un informe de Price Waterhouse Coopers, granjearon más de 5.500 millones de dólares tan sólo en 2012. Además, entre sus grandes éxitos empresariales cuenta con ejemplos como el de Waze (vendida a Google por 1.000 millones de euros), PrimeSense (a Apple por 345 millones), Trusteer(a IBM por 1.000 millones de dólares) u Onavo, por la que Facebook pagó 120 millones de dólares, entre otros ejemplos.

El país se ha ganado por méritos propios el apodo ‘Silicon Wadi’. La comparación con Silicon Valley es más que evidente, ya que las distancias entre ambos ecosistemas se estrechan cada vez más. De hecho, en ciertos círculos se llega incluso a decir que “Tel Aviv es el Silicon Valley de Silicon Valley”, aludiendo a que la capital israelí es el epicentro innovador que sirve precisamente de inspiración a los grandes genios del valle de San Francisco.

Sin embargo, a pesar de que la imagen innovadora que ambos núcleos despiden es muy similar, y pese a los similares resultados, lo cierto es que Silicon Valley e Israel han sido construidos a partir de dos modelos radicalmente distintos.

¿En qué se diferencian Silicon Valley e Israel?

De entrada, conviene señalar las evidentes diferencias en el modelo demográfico de los emprendedores de uno u otro sitio.Desde que Silicon Valley comenzase a construir su realidad tecnológica, el empeño siempre fue el mismo: atraer el mayor volumen de talento del mundo. Por ello, todos los años, miles de emprendedores y empleados procedentes de todos los rincones de la Tierra se marchan a San Francisco para montar su propia startup o, por el contrario, para trabajar en una de estas compañías.

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http://www.elmundo.es/tecnologia/2015/04/18/5530d62022601d392c8b4579.html