Gracias al desarollo de sistemas que reducen la accidentalidad de los coches, el sector se hace fuerte.
El coche sin conductor existe y ha quedado demostrado que no es parte de una película de ciencia ficción. Pero es cierto que no sucederá ni en los próximos años ni en esta década.
Este retraso se debe al alto coste del desarrollo de la tecnología utilizada y los problemas de seguridad.
El ecosistema Israelí concentra sus esfuerzos en esta tecnología y de hecho Israel se ha convertido en los últimos años en un lugar clave para este sector, a pesar de no tener fábricas de automóviles.
Incluso las principales empresas automovilísticas tienen oficinas en Tel Aviv para estar así más cerca de las soluciones tecnológicas más avanzadas en materia de seguridad.
Pueden leer el artículo completo aquí Por qué Israel tiene la llave del vehículo autónomo y la seguridad del futuro (lavanguardia.com)